La hipoacusia o pérdida auditiva es una condición que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Conocer e identificar sus síntomas es fundamental, ya que con un diagnóstico adecuado y un tratamiento temprano, es posible mejorar la capacidad auditiva y, en muchos casos, prevenir el progreso de la pérdida. ¡Descubramos más!
¿Qué es la hipoacusia?
Es la disminución de la capacidad para oír los sonidos en uno o ambos oídos. Puede variar desde una leve dificultad para entender conversaciones hasta la incapacidad total para percibir sonidos. Esta condición puede afectar a personas de todas las edades y puede ser temporal o permanente, dependiendo de la causa.
Tipos
Conductiva
Este tipo se produce cuando hay un problema en la conducción del sonido a través del oído externo o medio. Las causas comunes incluyen infecciones del oído, acumulación de cerumen, perforación del tímpano, o malformaciones congénitas.
Neurosensorial
Ocurre cuando hay un daño en las células ciliadas del oído interno o en el nervio auditivo. Este tipo es permanente y puede ser causado por la exposición prolongada a ruidos fuertes, envejecimiento, infecciones virales, o factores genéticos.
Mixta
Es una combinación de hipoacusia conductiva y neurosensorial. Esto significa que hay problemas tanto en el oído externo o medio como en el oído interno o nervio auditivo.
Teniendo en cuenta la repercusión de la sordera y la cantidad de pérdida auditiva, puede ser:
- Leve. Umbral de audición de 21dB a 40 dB.
- Moderada. Umbral de audición entre 41 a 60 dB.
- Severa. Umbral de audición entre 61 a 80 dB.
- Profunda. Umbral de audición mayor a 81 dB.
- Cofosis o anacúsia (pérdida total).mas de 95db
Síntomas de la hipoacusia
Puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo de la causa y el grado de pérdida auditiva. A continuación, se detallan algunos de los síntomas más comunes:
Dificultad para entender conversaciones:
Las personas con esta condición a menudo experimentan problemas para seguir conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos o cuando varias personas están hablando al mismo tiempo. Pueden pedir con frecuencia que se repitan las palabras o frases.
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Voces apagadas o distorsionadas:
Se tiene la percepción de que los sonidos y las voces pueden parecer menos claros o más bajos de lo normal. Esto puede hacer que las personas sientan que los demás están murmurando o hablando en voz baja.
Subir el volumen de dispositivos electrónicos:
Aquellos con deficiencia auditiva tienden a aumentar el volumen de la televisión, la radio, o el teléfono para escuchar con mayor claridad. Esto puede ser notado por los demás, que perciben el volumen como excesivamente alto.
Zumbido en los oídos (Tinnitus):
Un síntoma común asociado con la hipoacusia es el tinnitus, que es un zumbido, silbido o ruido constante en los oídos que no proviene de una fuente externa. Este sonido puede ser leve o severo, y puede presentarse de manera intermitente o constante.
Fatiga auditiva:
Escuchar puede volverse una tarea agotadora, deben esforzarse más para entender los sonidos y las conversaciones. Esta fatiga puede llevar a una reducción en la participación social y a la evitación de situaciones que involucren mucha conversación.
Dificultad para escuchar sonidos agudos:
Las personas con hipoacusia suelen tener más problemas para oír sonidos agudos, como voces de niños o tonos altos en música. Esto puede hacer que ciertos sonidos sean prácticamente inaudibles.
Aislamiento social:
Debido a las dificultades para comunicarse, muchas personas con hipoacusia pueden evitar reuniones sociales o sentirse excluidas en situaciones donde la comunicación es clave. Esto puede llevar a sentimientos de soledad o depresión.
¿Cómo se trata?
El tratamiento varía según el tipo y la causa de la pérdida auditiva, algunas opciones comunes son:
- Audífonos: son dispositivos electrónicos que amplifican el sonido, permitiendo que las personas con hipoacusia neurosensorial o conductiva leve a moderada escuchen mejor.
- Implantes cocleares: son una opción para personas con una condición severa o profunda que no se benefician de los audífonos. Son implantados quirúrgicamente y envían señales eléctricas directamente al nervio auditivo, permitiendo la percepción del sonido.
- Cirugía: en algunos casos de pérdida conductiva, como la causada por otosclerosis (un endurecimiento de los huesecillos del oído medio) o perforación del tímpano, la cirugía puede ser una opción efectiva. Las intervenciones quirúrgicas pueden incluir la reparación del tímpano o la inserción de tubos de ventilación para drenar el oído medio.
- Medicamentos: la deficiencia auditiva causada por infecciones del oído, inflamación, o acumulación de líquido en el oído medio, puede tratarse con medicamentos como antibióticos o corticosteroides.
- Implantes osteointegrados (BAHA): estos implantes están diseñados para personas con hipoacusia conductiva o mixta que no pueden usar audífonos convencionales. El dispositivo se implanta quirúrgicamente en el hueso detrás de la oreja y transmite el sonido directamente al oído interno a través de la vibración ósea.
- Terapia auditiva y rehabilitación: incluye entrenamiento para mejorar la comprensión del habla y la adaptación a dispositivos auditivos. La rehabilitación auditiva también puede incluir técnicas de lectura labial y estrategias de comunicación.
- Asistencia tecnológica: existen algunos otros dispositivos que pueden complementar los audífonos o implantes, como los sistemas de amplificación de sonido, teléfonos con volumen amplificado, y dispositivos de alerta visuales o vibratorios para personas con deficiencia auditiva severa.
Prevención y cuidado
Aunque algunos factores de riesgo, como la predisposición genética, no se pueden controlar, muchas causas de la pérdida auditiva son prevenibles. Adoptar hábitos de cuidado auditivo puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida a largo plazo:
- Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes
- Mantén el volumen bajo en dispositivos de audio
- Realiza chequeos auditivos regulares
- Mantén una buena higiene del oído
- Cuídate durante actividades recreativas
Cuidado especial en niños
Los niños son particularmente vulnerables a problemas e infecciones en el oído, como la otitis media. Es importante estar atento a los síntomas y buscar atención médica inmediata si se sospecha de una infección. Además, enseñarles a proteger su audición desde una edad temprana puede establecer buenos hábitos para toda la vida.
El cuidado continuo es igualmente importante para quienes ya han sido diagnosticados con hipoacusia o están en riesgo. Esto incluye:
- Sigue las recomendaciones médicas: cumplir con las indicaciones del audiólogo, otorrino o especialista, incluyendo el uso de audífonos o la realización de terapias auditivas .Asistir semestralmente con la audióloga a controles auditivos y de sus audifonos.
- Monitorea cambios en la audición: estar alerta a cualquier deterioro adicional de la audición y buscar atención médica de inmediato.
- Fomenta un entorno de apoyo: la comprensión y el apoyo de familiares y amigos pueden hacer que el manejo de la pérdida auditiva sea más llevadero, ayudando a reducir el aislamiento social y mejorando la calidad de vida.
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